Montevideo, 2025. Este fin de semana la ramonesmania vuelve nuevamente a la ciudad y el domingo 30 la "Sala del Museo" se prepara para recibir a Marky Ramone’s Punk Rock Blizkrieg. Esta esta suerte de homenaje a los Ramones, Marky el único superviviente de la vieja guardia del Punk, sigue en esto que parecería ser una permanente gira mundial sin fin. Marky ya conoce al publico uruguayo, con su agrupación como solista han visitado Uruguay regularmente desde el 2006.
Con motivo de este nuevo concierto, compartimos el encuentro acontecido en los camerinos de “La Trastienda” tras la prueba de sonido de octubre de 2023. Se tejió una conversación franca y cargada de anécdotas entre Andrés Estrades y Mark Bell, más conocido como Marky Ramone, un ícono que sigue sorprendiendo con su visión sobre la música, la cultura del vinilo y su propia historia dentro del punk rock.
La charla inició preguntándole por el Vinilo como formato, ese objeto casi mítico que para Marky sigue siendo la joya del sonido auténtico, pese a reconocer que “realmente ahora es cosa de coleccionistas”. Hurgando en sus recuerdos, el baterista rememoró cómo aquellos que crecieron con el vinilo ya suman décadas, mientras que la era digital se impone por conveniencia. “El vinilo suena mejor”, afirmaba, haciendo un balance entre la pureza del sonido y la practicidad que ofrecen los dispositivos actuales. Ahí le destaco la magia de ese ritual casi ceremonial: “relajarse, ir a tu habitación especial, poner el vinilo, revisar las portadas, leer las letras…” y así se hizo evidente que, aunque la tecnología ha simplificado la experiencia, se corre el riesgo de perder el arte visual y la historia que acompaña cada disco. Le comparto mi visión sobre la importancia de mantener vivo el espíritu del vinilo en la radio: “Intentamos rescatar esta tradición, porque ahora todos usan MP3 o streaming”. Marky apoyó esta idea enfatizando la experiencia única del formato analógico, desde apreciar las portadas y letras hasta la ceremonia de escuchar música en espacios dedicados especialmente a ello.
La conversación tomó un giro personal y revelador cuando se abordó el tema de la infancia musical de Marky. Con sinceridad, relató que su primer vinilo fue “Monster Mash” de Bobby Boris Pickett, seguido por clásicos tan peculiares como “Purple People Eater”, para finalmente adentrarse en el universo de los Beatles y The Dave Clark Five. Esta sucesión de discos no solo marcó su inicio en el mundo de la música, sino que también dejó una huella imborrable en su identidad artística.
El ambiente se llenó de complicidad cuando le muestro algunos vinilos, entre ellos ejemplares de Richard Hell and the Voidoids Blank Generation, y algunos vinilos de los Ramones. Cada disco traía consigo una historia: recuerdos de grabaciones, de las modas pasadas y de la innegable influencia del arte en la música, incluso cuando la practicidad moderna imponía otra narrativa.
Le muestro a Marky el disco debut de Richard
Hell and the Vovoids, disco en el que Marky era aún Marc Bell, baterista. La
conversa se centra en el arte de tapa y como en este disco se marca la estética
del punk por primera vez. Los pelos parados de Richard o las remeras rotas que inspirarían a miles de jóvenes.
Andrés: Este disco es genial.
Marky: Sí, gran álbum.
Andrés: ¿Por qué las tijeras en tu cintura?
Marky: Es como un cuchillo, ¿sabes? Éramos tipos malos, solo eso (Se sonríe). Segundos antes había cortado mi remera, y no sabia donde poner la tijera
Andrés: Me encantan que usaran zapatillas en la portada.
Marky: Solo éramos nosotros. Usando Pro Keds, y yo unas All-star.
Andrés: Y las All-Star se transformaron en un clásico del Punk rock.
Marky: "You make me sick", sí, gran frese para un gran álbum. Un himno de Nueva York.
La conversa dio un giro a lo autobiográfico al recordar los orígenes de su vínculo con los Ramones. Marky recordó con detalle esos primeros días en Nueva York, cuando, actuando con Dust y Richard Hell, ya mostraba el estilo que lo llevaría a convertirse en parte de la legendaria banda. Cuando le pregunto por su incorporación a los Ramones, explicó que fue Dee Dee quien primero le extendió la invitación, para después ser respaldado por Tommy y el resto de los integrantes. Marky ingresa en la banda para grabar “Road to Ruin” en 1978, ya que Tommy dio un paso al costado, para centrarse en la producción. Esa transición, que para muchos fue casi fortuita, se definió por un simple ajuste en la batería: “solo hice sonar la batería más fuerte”, una diferencia sutil pero determinante en el sonido inconfundible de los Ramones.
La crónica se enriquece con un recuento de un concierto memorable, como el de 1994 en Montevideo, un evento que para mi tuvo un significado especial y que quedó registrado no solo en un vinilo pirata, sino también en la memoria colectiva del rock uruguayo.
Andrés: Este es raro, una edición pirata.
Marky: Es de una transmisión de radio!.
Andrés: Es la grabación del primer y único concierto de los Ramones en Uruguay, en 1994, lo tengo muy especial en mi memoria.
Marky: Tengo eso en video. Siempre llevaba cámara, filmé casi el 90% de los conciertos.
Andrés: Para nosotros eso fue increíble, lo apreciamos mucho. Mi primer disco de los Ramones fue "Acid Eaters", tenía 16 años. Y cuando vinieron aquí hubo mucha policía con caballos, espadas, fue una locura.
Marky: Siempre, cuando llegaban los revoltosos Ramones.
Andrés: Fue una locura. Pero luego al salir, la policía seguía ahí.
Marky: Sí, empezaron a correr. ¿Por qué les pegaban? ¿Qué hicieron para enojarlos?
Andrés: Nada, solo jóvenes en un concierto de rock.
Marky: "Vamos a darles palos"… increíble.
Esta entrevista, tan desenfadada como reveladora, se convirtió en un viaje a través del tiempo y los formatos, una crónica que mezcla la nostalgia del pasado con la realidad actual, dejando en claro que, pese a los cambios tecnológicos y culturales, la esencia del rock sigue viva en cada nota y en cada vinilo que alguien se atreve a sacar de su estantería.
Lo que es seguro es que el próximo domingo Marky nos ofrecerá un concierto épico. Usualmente sus presentaciones la banda toca unas 40 canciones de los Ramones, en el que se destacará de manera casi sagrada el repertorio de sus primeros cuatro discos. El público disfrutará de clásicos como "Rockaway Beach", "I Wanna Be Sedated" y "Pet Sematary". La formación actual que acompaña a Marky está compuesta por Iñaki Urbizu "Pela" en la voz, Marcelo Gallo en la guitarra y Martin Blitz en el bajo y coros, prometiendo una noche única que celebra el legado del punk y conecta generaciones. ¿Y vos ya conseguiste tu entrada?
Crónica de Andrés Estrades para @vinilifico
Se agradece especialmente a los productores Matthias Prill, Gaucho productora, e Ines De Rossa por permitirnos cubrir el evento y realizar la entrevista
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